En la muchas de las representaciones pictóricas y escultóricas realizadas en el Antiguo Egipto, los faraones suelen ser representados con un tocado rayado característico denominado Nemes, un cubrepeluca de tejido ligero utilizado por los soberanos como sustituto de las coronas en momentos en las que éstas no eran estrictamente necesarias (por ejemplo, ceremonias religiosas o actos políticos); de alguna manera el Nemes constituía la corona del día a día del Faraón, por cuestiones evidentes de comodidad.
Faraón Egipcio ataviado con un Nemes. Abajo, perspectiva frontal de la colosal esfinge de Giza, sobre la cual podemos contemplar también el característico Nemes.
El Nemes iba fijado a la frente mediante una especie de diadema ligera en cuyo centro se representaba la figura de una cobra en posición de ataque, con su caperuza desplegada a ambos lados de la cabeza. Esta imagen nos resulta a casi todos bastante familiar, pues la hemos visto cientos de veces en películas y cómics del género, pero ¿qué significado simbólico tenía realmente?
A las serpientes cobra que aparecen sobre las frentes de los faraones y en jeroglíficos relacionados con los mismos se les denomina Uraeus, palabra latina que transcribía a otra griega tomada a su vez de la egipcia arart – la cobra sagrada de Pe, manifestación de Uadjet, el Ojo Sagrado de Ra (dios del Sol) – que simbolizaba la naturaleza ígnea de las coronas y los Nemes, en los cuales, como hemos visto, se haya presente precisamente en la forma de éste ofidio de terrorífico aspecto.
Este concepto llegó a ser símbolo del poder real y se instauró como imagen protectora de los faraones, hasta el punto de que a partir de la XII dinastía (s. XIX a.C, aunque ya aparece utilizado de manera puntual desde la primera dinastía) uno de los títulos (o nombres) que recibía el monarca al ascender al trono era el llamado “Nombre de Nebty” también conocido entre los especialistas como “Las Dos Damas”, cuya representación jeroglífica se expresa en forma de un buitre seguido de una cobra, tal y como se muestra a continuación:
El buitre simboliza a la diosa Nejbet, la diosa protectora del Bajo Egipto (aproximadamente desde la mitad del actual estado africano hasta el delta del Nilo), mientras que la cobra simboliza a la diosa Uadyet (la anteriormente citada Uraeus), protectora del Alto Egipto, territorio que remonta el Nilo desde la mitad del territorio egipcio hasta las tierras del actual Sudán.
Portar el emblema del Nombre de Nebty completo sobre el Nemes (el buitre y la cobra) añadía pues un significado extra al símbolo de protección que por sí solo tenía el Uraeus; el Nombre de Nebty glorifica a aquel que lo luce en su corona, pues significa que él es el señor del Alto y el Bajo Egipto, de las vastas tierras que se desarrollan desde el delta del Nilo hasta más allá del templo de Abú Simbel, en definitiva, de todas y cada una de las criaturas que moran el país del Sol, el agua y la arena…
Seguro que los lectores habrán visto una y mil veces la archiconocida máscara de Tutankamon, pero pocos serán quizás los que hayan reparado en que por encima de los hipnóticos ojos del joven faraón se halla labrado el mismísimo Nombre de Nebty…
La fotografía superior muestra la máscara funeraria del faraón de la XVIII dinastía Tut-anj-Amón descubierta por Howard Carter en el año 1922 y que actualmente se encuentra custodiada en las salas del Museo del Cairo.
En la imagen inferior se facilita una imagen ampliada de la parte frontal del Nemes, en la que se aprecian claramente la cobra y el buitre, símbolos del Alto y Bajo Egipto.
2 comentarios:
Si bien muchas veces había reparado en el símbolo de la cobra sin saber cual era sus significado, nunca me había dado cuenta de que en ocasiones, como esta misma de Tutankamon, aparece junto a un buitre... Nunca te acostarás sin saber alguna cosa más...
¡Buen trabajo!
menudo curro más decente estás haciendo, un trabajo como dios manda, enhorabuena
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